Estreno blog y me gustaría empezar hablando de por qué es importante la filosofía que hay detrás de un proyecto, de una bodega.
Pero si hablamos de vinos, ¿no deberíamos hablar de Enología, en vez de Filosofía?
La Enología te da las herramientas, la tecnología, los conocimientos y los medios para llegar a elaborar los vinos que deseas, pero, ¿qué vinos quieres elaborar realmente?, ¿ qué realidad quieres que describan estos vinos? Por ejemplo, ¿unos vinos que hablen de la variedad con la que se han elaborado?, ¿tal vez que hablen de la larga historia que tienen detrás los viñedos o la familia propietaria?, ¿ del paisaje de donde provienen?, ¿de un estado de ánimo?
Es tu primer post y parece que ya no te entiendo… ¿Me estás diciendo que de un mismo viñedo podemos elaborar vinos muy distintos, en función de la intención o motivación que tengas?
Efectivamente. Por ejemplo, de un viñedo en Terra Alta podríamos pretender hacer una garnacha blanca alegre, desenfadada y sin más pretensión que resultar simpática a un gran público, simplemente con un fruto correcto vendimiado de forma temprana. O, por otro lado, como pretendemos con Lafou Els Amelers, podemos elaborar un vino blanco que se pronuncie sobre la variedad, sobre el paisaje y sobre la historia de la zona. De esta forma, buscamos la plenitud en boca y cierta extracción -como en las garnachas blancas históricas de la comarca- con una vendimia tardía cuyo vino mezclamos con otro más verde y fresco, que nos habla del frescor que nos da esta zona bañada por los vientos «cerç» y «garbinada».
Espera, ¿entonces me hablas de interpretar como hacen los músicos con la partitura? ¿quieres decir que viticultores y enólogos interpretan a los viñedos?
Exacto, pero no sólo al viñedo, sino a todo lo que lo rodea, como la vegetación, la fauna, la historia, las personas, la orografía, los sentimientos, … a mí me gusta decir que somos intérpretes del paisaje, un concepto que engloba buena parte de estos elementos. Haciendo otro paralelismo, fíjate de qué forma tan distinta interpretan una misma escena un pintor realista y un pintor expresionista, ya que los sentimientos, la cultura o los propios valores y vivencias del artista no tienen nada que ver en cada caso.
Música, pintura… ¿hacer vino es un arte?
Claro que es un arte…
Vaya, me has dejado la cabeza bien saturada de ideas, pero creo que al final me ha quedado claro. ¡Que viva la Filosofía!